En medio de una de las más grandes crisis económica y política que nos ha tocado enfrentar en los últimos años a los venezolanos, en días recientes se cumplió el primer año en el gobierno de Nicolás y su combo, o por llamarlos de otra forma, el entorno ineficiente del ex presidente fallecido.
Aunque no sabemos exactamente cuándo tiempo lleva Nicolás tomando decisiones de gobierno, recordando que pasaron tres meses donde no supimos exactamente quien gobernaba en el país, este periodo ha sido suficiente para comprender que siempre es posible estar peor.
Todos los estudios de opinión muestran el empeoramiento de los graves problemas que padecemos los venezolanos como la inseguridad, el desabastecimiento, el alto costo de la vida, por nombrar solo algunos.
Según el más reciente estudio de la empresa Instituto Venezolano de Análisis de Datos C.A. (IVAD), realizado entre el 2 y el 10 de abril, el 74,8% de los encuestados cree que en el país se vive una crisis económica mientras que el 77% afirma que actualmente estamos viviendo una crisis política.
Adicionalmente, el 60,9% afirma no tener confianza en que el gobierno de Nicolás pueda resolver esta crisis económica. Por otra parte, el resultado más alarmante de la encuesta nos muestra como el 76,5% cree que puede existir un estallido social en Venezuela, en caso de seguir el desabastecimiento, la mala situación económica y el incremento de los precios.
Un escenario nada deseable para un país que ha sufrido de inestabilidad política durante los últimos 15 años. Resolver esta grave crisis económica requiere de un trabajo en conjunto entre el gobierno y el sector privado. En lo que respecta al empresariado, esta situación de inestabilidad permanente crea un escenario de desinversión, donde el sector privado tiene cada día menos condiciones para dejar sus recursos en Venezuela.
Sumado a esto se presentan nuevos controles de precios por parte del gobierno en la recientemente anunciada “nueva ofensiva económica”, que por experiencias previas sabemos se traducirá en mayor desabastecimiento. Queda en manos de Nicolás y su gobierno la responsabilidad de dar respuestas para producir los cambios que garanticen la solución a la grave situación actual. Los venezolanos tenemos derecho a vivir en un país donde se respete la vida y donde conseguir un paquete de harina no sea un calvario.
O el gobierno genera los cambios necesarios y resuelve los problemas, o los venezolanos tendremos la fuerza para exigir un cambio de gobierno.
Marlon Montero Lugo